viernes, 29 de junio de 2012

Gracias!!!!!!


Gracias a Todos por las visitas y por los comentarios.
Como sabe la mayoría esta es la primera vez que hago un blog.

Espero que les haya gustado!!!

Dios Bendiga abundantemente a todos los que evangelizan por medio de estos medios.
Recemos mucho por todos los que se dedican a la educación.

Que el Señor los bendiga y la virgen los proteja..
Hno. Héctor

sábado, 23 de junio de 2012

Escuela Inclusiva


Escuela Pública: de todos y para todos



Porque ya no se habla de escuelas públicas y privadas, sino de escuelas públicas de gestión estatal y de escuelas públicas de gestión privada. La escuela debe ser de todos y para todos sin discriminación alguna.

En este contexto, surge la pregunta ¿Qué hacer con los que presentan diferentes tipos "limitaciones"? ¿Rechazarlos?  NO!! Hay que incluirlos en la comunidad educativa. Surgiendo así el concepto de escuela Inclusiva


Escuela inclusiva

Es la escuela que se preocupa por la integración de los alumnos que presentan diferentes tipos de "discapacidad". En las cuales las maestras inclusivas tienen la misión de adaptar el curriculum a cada uno de los alumnos incluidos.





El concepto de inclusión es más amplio que el de integración y parte de un supuesto distinto, rque está relacionada con la naturaleza misma de la educación general y de la escuela común. La inclusión implica que todos los niños  de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. 

Se trata de lograr una escuela en la que no existan “requisitos de entrada” ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo; una escuela que modifique substancialmente su estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, incluidos aquellos que presentan una discapacidad. 

Mientras que en la integración el énfasis está en la adaptación de la enseñanza en función de las necesidades específicas de los niños integrados, en la inclusión el centro de atención es la transformación de la organización y respuesta educativa de la escuela para que acoja a todos los niños y tengan éxito en su aprendizaje.



miércoles, 20 de junio de 2012

Errores en la educación de los hijos



ALGUNOS ERRORES QUE COMENTEN LOS PADRES
EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS




1.- No reconocer las fortalezas de sus hijos


Uno de los más grandes errores que los padres cometen inconscientemente con sus hijos es el de obligarlos a amoldarse al prototipo de alumno estrella de las instituciones educacionales. Creen que sus hijos, al sacar buenas notas en el colegio, tienen asegurado el éxito para el futuro.

A pesar de que un buen rendimiento escolar es positivo, debemos siempre tener en mente que la escuela solo desarrolla dos de las siete inteligencias del ser humano: la inteligencia lingüística y la matemática. Cualquier niño que posea un mayor desarrollo en las 5 inteligencias restantes (musical, corporal, interpersonal, intrapersonal y ecológica) va a estar condenado a ser un alumno regular cuyas fortalezas individuales no van a ser desarrolladas, al menos que los padres las reconozcan y las fomenten.


2.- No respetar la individualidad de sus hijos


Cada niño es diferente y único. Además de tener talentos y habilidades diferentes, cada persona tiene un llamado diferente. Según la Biblia, hay un destino y un propósito predeterminado para cada persona.

Todo padre debe ayudarles a sus hijos a encontrar dicho propósito, aunque sea diferente al que ellos se imaginaron para sus hijos. Si su hijo tiene intereses no tradicionales que le parecen poco prometedoras para su futuro, le sugiero que estudie biografías de personas famosas que han tenido éxito en la vida. La gran mayoría de ellos emprendieron en áreas novedosas que muchas veces le parecieron una locura a sus pares.

Si su hijo se sale de los esquemas y demuestra intereses en áreas no tradicionales, piénselo bien antes de criticarlo. Podría tener a un futuro Bill Gates en su familia.



3.- Hacer todo por ellos


Muchos padres cometen el error de no darles suficientes responsabilidades a sus hijos. Hacen todo por ellos y no se toman el tiempo para discipular a sus hijos en los quehaceres de la vida diaria. El resultado es que los hijos se sientan incapaces de enfrentar los desafíos cotidianos de la vida, ya que fueron entrenados a depender de otras personas.

Usted se asombraría de lo que es capaz de hacer su hijo, aunque sea un niño, si tan solo le delega algunas responsabilidades. Además de enseñarle importantes habilidades para la vida, les aumentará su auto estima, ya que ellos verán que usted deposita confianza en ellos.


4.- Evitar que cometan errores


Con muy buenas intenciones, los padres tratan de proteger a sus hijos de tomar decisiones erróneas. Prefieren intervenir antes de verlos sufrir las consecuencias de una mala decisión.

Aquí es donde todo padre debe usar su sentido común. Dentro de un marco de seguridad preestablecido, es importante que usted le permita a sus hijos a cometer un error y sufrir las consecuencias por ello. Un niño al cual nunca le fue permitido cometer errores y no aprendió a asumir las consecuencias de sus decisiones, nunca se va a atrever a emprender algo nuevo. El temor a cometer un error va a ser demasiado grande.

Tenemos que enseñarles a nuestros hijos que los errores son parte de la vida, que hay que aprender de ellos y luego hacer un nuevo intento.


5.- No fomentar el amor al aprendizaje


Tanto pedagogos como padres creen que el proceso de aprendizaje necesariamente tiene que ser forzado y que solo se puede lograr que el niño aprenda si se ejerce cierta presión sobre él.

Sin embargo, esto solo es el caso en que el adulto dicte la materia que el niño debe aprender. Si les damos mayor libertad y les permitimos elegir el tópico de estudio de acuerdo a sus intereses, es mucho más probable que un niño disfrute de lo que aprenda.

De ésta manera se está fomentando una característica clave de un emprendedor: la de saber investigar y aprender por su propia cuenta.


6.- No apoyarlos con mentores idóneos


Cada niño llega a un punto en el cual debe desarrollar sus habilidades distintivas con un mentor idóneo. Los padres deben tomar cuidado al escoger dicho mentor, ya que debe:

- Ser una persona que inspire al niño a desarrollar sus fortalezas


- Ser un ejemplo para él


- Tener un intachable carácter moral


7.- No apoyarlos con los medios específicos que ellos necesitan


Fuera del mentor, su hijo también va a necesitar herramientas específicas para desarrollar sus habilidades individuales. Es mejor evaluar bien las cosas que les compramos y diferenciar lo inútil, que sólo va a alimentar su auto indulgencia, de aquellas herramientas valiosas que van a fomentar sus fortalezas específicas.






martes, 19 de junio de 2012

La fuente de la alegría












Romano Guardini escribía: «La fuente de la alegría se encuentra en lo más profundo del interior de la persona (...). Ahí reside Dios. Entonces, la alegría se dilata y nos hace luminosos. Y todo aquello que es bello es percibido con todo su resplandor».





Cuando no estemos contentos hemos de saber rezar como santo Tomás Moro: «Dios mío, concédeme el sentido del humor para que saboree felicidad en la vida y pueda transmitirla a los otros».

No olvidemos aquello que santa Teresa de Jesús también pedía: «Dios, líbrame de los santos con cara triste, ya que un santo triste es un triste santo».

Rev. D. Josep VALL i Mundó (Barcelona, España)





UNA SONRISA



Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho.
Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan.
No dura más que un instante, pero su recuerdo a veces es eterno.

Nadie es demasiado rico para prescindir de ella.
Nadie es demasiado pobre para no merecerla.
Da felicidad en el hogar y apoyo en el trabajo.
Es el símbolo de la amistad. 

Una sonrisa da reposo al cansado.
Anima a los más deprimidos.
No se puede comprar, ni prestar, ni robar, pues es una cosa que no tiene valor, hasta el momento en que se da.
Y si alguna vez se tropieza con alguien que no sabe dar una
 sonrisa más,
sea generoso,dele la suya.

Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa como el que no puede dársela a los demás.

Autor: Gandhi.

lunes, 18 de junio de 2012

Rol de los padres en el aprendizaje de sus hijos




Todo padre desea que sus hijos tengan éxito en la vida. Muchos de ellos hacen grandes sacrificios para brindarles una educación idónea que les entregue los conocimientos y las herramientas necesarias para triunfar en la vida.

Sin embargo, ¿cómo podemos saber que la educación que están recibiendo es la mejor? ¿Tenemos que esperar hasta que sean adultos para tener la certeza de que se ha cumplido uma buena labor en ellos?

Estas son preguntas que todo padre se hace en algún momento. Ser un buen padre es uno de los mayores desafíos de la vida adulta. A pesar de esto, son educados para enfrentar muchas pruebas en la vida, pero nadie los `prepara`para la paternidad.




Los padres delegan la función de educar a sus hijos a las instituciones educacionales y ya no se esfuerzan en cumplir con lo que solo ellos pueden lograr en la vida de sus hijos: educarlos para una vida feliz. Y al decir feliz, no necesariamente implica un MAYOR BIENESTAR ECONÓMICO Y SOCIAL, SINO MAS BIEN ESTA LIGADO A LA PLENA REALIZACIÓN PERSONAL, al DESARROLLO PLENO DE SU ESPÍRITU EMPRENDEDOR.

domingo, 17 de junio de 2012

Benedicto XVI: Educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio


EDUCAR EN LA FE
EN EL SEGUIMIENTO Y EN EL TESTIMONIO

- Benedicto XVI -


Como en años anteriores, se llevó a cabo el Convenio de la Diócesis de Roma, esta vez del 11 al 14 de Junio de 2007. Tema del Convenio fue: “Jesús es el Señor. Educar en la fe, en el seguimiento, en el testimonio”. El 11 de Junio, día de la inauguración, su Santidad Benedicto XVI en la Basílica de San Juan de Letrán, dio el siguiente mensaje, del cual reportamos algunos pasajes que estamos seguros serán de mucha utilidad a los animadores y formadores de niños.






“Como nos enseña la experiencia diaria —lo sabemos todos—, educar en la fe hoy no es una empresa fácil. En realidad, hoy cualquier labor de educación parece cada vez más ardua y precaria. Por eso, se habla de una gran "emergencia educativa", de la creciente dificultad que se encuentra para transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de la existencia y de un correcto comportamiento, dificultad que existe tanto en la escuela como en la familia, y se puede decir que en todos los demás organismos que tienen finalidades educativas. (…)

En ese contexto, el compromiso de la Iglesia de educar en la fe, en el seguimiento y en el testimonio del Señor Jesús asume, más que nunca, también el valor de una contribución para hacer que la sociedad en que vivimos salga de la crisis educativa que la aflige, poniendo un dique a la desconfianza y al extraño "odio de sí misma" que parece haberse convertido en una característica de nuestra civilización.  (…)






Debemos esforzarnos por responder a la demanda de verdad poniendo sin miedo la propuesta de la fe en confrontación con la razón de nuestro tiempo. Así ayudaremos a los jóvenes a ensanchar los horizontes de su inteligencia, abriéndose al misterio de Dios, en el cual se encuentra el sentido y la dirección de nuestra existencia, y superando los condicionamientos de una racionalidad que sólo se fía de lo que puede ser objeto de experimento y de cálculo. Por tanto, es muy importante desarrollar lo que ya el año pasado llamamos la "pastoral de la inteligencia".


La labor educativa implica la libertad, pero también necesita autoridad. Por eso, especialmente cuando se trata de educar en la fe, es central la figura del testigo y el papel del testimonio. El testigo de Cristo no transmite sólo informaciones, sino que está comprometido personalmente con la verdad que propone, y con la coherencia de su vida resulta punto de referencia digno de confianza. Pero no remite a sí mismo, sino a Alguien que es infinitamente más grande que él, en quien ha puesto su confianza y cuya bondad fiable ha experimentado.



Por consiguiente, el auténtico educador cristiano es un testigo cuyo modelo es Jesucristo, el testigo del Padre que no decía nada de sí mismo, sino que hablaba tal como el Padre le había enseñado (cf. Jn 8, 28). Esta relación con Cristo y con el Padre es para cada uno de nosotros, queridos hermanos y hermanas, la condición fundamental para ser educadores eficaces en la fe.
Si la fe se transforma realmente en alegría por haber encontrado la verdad y el amor, es inevitable sentir el deseo de transmitirla, de comunicarla a los demás. Por aquí pasa, en gran medida, la nueva evangelización a la que nos llamó nuestro amado Papa Juan Pablo II. Una experiencia concreta, que podrá hacer crecer en los jóvenes de las parroquias y de las diversas asociaciones eclesiales la voluntad de testimoniar su fe, es la "Misión de los jóvenes" que estáis proyectando, después del feliz resultado de la gran "Misión ciudadana".”

sábado, 16 de junio de 2012


La evaluación de

los aprendizajes en el debate

didáctico contemporáneo


Alicia R. W. de Camilloni



SISTEMAS DE CALIFICACIÓN



Es preciso considerar, en primer lugar, dos cuestiones básicas. E1 primer aspecto relativo a la constitución de un sistema de calificación es el relacionado con la construcción y la fijación de una escala de calificación, y el segundo aspecto está referido a la decisión fundamental relativa a la adopción de sólo una o más de una de estas escalas en el sistema de calificación que se diseña. Veamos la primera cuestión.


En el proceso de construcción de una escala es necesario tener en cuenta las características que las escalas de calificación adquieren en términos de las condiciones y posibilidades que brinda cada una de las grandes modalidades de las escalas de medición en general.

 


Escalas de medición


Las escalas de medición pueden ser clasificadas en cuatro grupos a partir de las características que presentan respecto de la relación de ordenamiento progresivo u horizontal de las categorías que las constituyen, de la distancia igual o desigual que existe entre los diferentes grados de la escala y de la existencia o no de un punto de partida (cero absoluto) que permita operar de manera particular con tramos parciales de la escala.


De este modo, las escalas de medición se agrupan en los siguientes tipos:

 

a) Escalas nominales.

 

En ellas las categorías que componen la escala no se encuentran en un orden de seriación que implique que un grado es mayor o mejor que el o los otros grados. No hay grados superiores e inferiores. Todos se encuentran en el mismo nivel. Se emplean para medir la frecuencia con la que los ejemplares evaluados se incluyen en cada una de las clases que la escala presenta. La construcción de una escala nominal requiere que se cumplan las siguientes condiciones: la escala debe incluir todas las categorías necesarias para diferenciar los ejemplares que se evalúan, dependiendo su carácter y número de la necesidad de obtener la información que se requiere con un fin determinado, aquel que dio lugar a la construcción de la escala. Para ello, las categorías se determinan en función del número indispensable de clases que permitan dar cuenta del universo que se estudia. 


E1 número debe ser el mínimo posible, sin que se pierda información útil. La escala, además, debe ser completa, es decir que debe hacer posible la inclusión en alguna categoría de la escala de todos los ejemplares analizados. Por otra parte, todas las categorías deben ser excluyentes entre sí, lo que implica que ningún ejemplar podría ser incluido simultáneamente en más de una categoría. La definición de las categorías, para ello, debe ser tan clara que no genere ninguna interpretación ambigua que pueda prestarse a error de clasificación. Una escala nominal se construye ad hoc, en los términos necesarios para el estudio que se desea realizar. 


Si se trata, por ejemplo, de clasificar a las personas según su nacionalidad, el número de categorías para incluir en la escala dependerá de la utilización que se quiera dar a las informaciones que se recojan. En un caso puede ser suficiente contar con dos grados (Argentino; Extranjero) o con tres (Argentino nativo; Argentino naturalizado; Extranjero) o con cuatro (Argentino nativo; Argentino naturalizado; Natural de país limítrofe; Extranjero natural de país no limítrofe), etcétera.

 

b) Escalas ordinales.

 

Son aquellas que presentan una serie de categorías ordenadas de acuerdo con un criterio definido por un sentido u orientación determinada que no permite introducir alteraciones en la secuencia. Los grados de la escala se ordenan, por ejemplo, de mayor a menor o de mejor a peor. Deben cumplir con los mismos requisitos que las escalas nominales, a los que se suma, como se ha dicho, la definición del criterio de ordenamiento de la serie. Se caracterizan además, porque las distancias entre los pares de categorías o grados consecutivos no deben ser necesariamente iguales. Así, el intervalo entre “Muy bueno” y “Bueno” no tiene que ser igual al intervalo entre “Bueno” y “Regular”. 


Las escalas ordinales son específicas y se usan para medir aspectos determinados. Las escalas ordinales no son y, en consecuencia, no deberían ser utilizadas como escalas universales. Sin embargo con cierta frecuencia adquieren una alto grado de formalismo y se usan indistintamente para evaluar cuestiones muy heterogéneas, perdiendo de este modo la riqueza posible de su valor descriptivo que deriva ya sea de su construcción ad hoc, ya de la especificidad de la definición de cada uno de los grados de la escala.

 

c) Escalas de intervalos.

 

Son aquellas en las que se debe responder a los mismos requisitos que hemos enumerado para las escalas ordinales, con la particularidad que se agrega de que los intervalos entre pares de grados consecutivos deben ser iguales. Este último rasgo permite operar con las mediciones en las que se han utilizado las unidades medidas por estas escalas efectuando operaciones aritméticas que no pueden realizarse con las escalas ordinales. Entre ellas, por ejemplo, es posible obtener la media aritmética (promedio) de las mediciones, lo cual no tendría sentido con unidades de medición con escalas ordinales. Las escalas numéricas, siempre que los grados estén definidos sin ambigüedad de tal modo que aseguren la igualdad de los intervalos, son un ejemplo de estas escalas intervalares.

 

d) Escalas de razones o proporciones.

 

 Son aquellas en las que no sólo se cumplen las condiciones establecidas para la construcción de una escala de intervalos sino que se agrega a éstas la de poseer un cero absoluto. Esta característica permite efectuar operaciones en las que se suman mediciones obtenidas independientemente o se comparan mediciones en las que, por ejemplo, el grado “2” de la escala se puede considerar equivalente a la mitad del grado “4”. Si no existiera un cero absoluto, esta interpretación de la relación entre los grados 2 y 4 no tendría sentido.